By 24/07/2022

Primero café, luego despierto.

A muchas personas les agrada el café, a otros no tanto. Sin embargo, nosotros ⸺simple y llanamente⸺ lo amamos. No hay nada más sublime que despertar y conectar con el mundo mediante una taza de café, tomarlo por las tardes luego de almorzar o por las noches para abrigarnos. Cada taza de café, resulta una experiencia sumamente placentera.

Pese a lo que por muchos años se especuló, este producto agrícola tiene grandes propiedades que nos benefician, más allá de deleitarnos con su increíble sabor, cuerpo y aroma. No en vano un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que 3 tazas de café al día disminuyen la mortalidad prematura entre 8 % y 18 %.

Este estudio, además revela que la disminución de la mortalidad se da en todas sus causas, pero principalmente por enfermedades cardiovasculares y del sistema digestivo. Por tal motivo, es una gran noticia para los amantes del café que hacen posible que a nivel global se beban casi tres mil millones de tazas de café por día. Increíble, ¿no es así?

 

Poción energizante de gran sabor

Y es que este bálsamo para el corazón y el espíritu, es una fuente de múltiples beneficios que pocos conocen. Entre las principales cualidades del café podemos destacar su riqueza en antioxidantes, su capacidad de estimular la activación mental y su propiedad de protección frente a enfermedades coronarias. ¡Cada una más sorprendente que la otra!

No obstante, los beneficios no son lo único relevante del café. Otro de los aspectos que también destacan de este milenario producto es su versatilidad en sabores. ¿O es que acaso crees que todos los cafés en el mundo saben igual? Pues, si esto pensabas, hoy te aclaramos que no es así.

Este grano adquiere diferentes propiedades organolépticas dependiendo de la región en la que se cultive. Pero no solo el origen determina el sabor del café, sino también la cantidad de agua recibida, el tipo de tierra donde se cultivó, la maduración, el secado, el tostado e incluso el tipo de molido.

 

¿Café de sabores?

Aclaremos algo: no es que el café naturalmente tenga sabor intenso a fresa, a vainilla o algo por estilo. Más bien, este producto agrícola se diferencia por cuatro notas de sabores generales: dulce, salado, ácido y amargo. Como comentábamos líneas arriba, esto depende de ciertos factores de cultivo. Incluso, paladares más experimentados ⸺catadores⸺ logran distinguir otros como el astringente.

Cabe precisar que esta variedad de sabores no implica que se pueda distinguir solo uno en cada tipo de café. Los expertos infieren que un café, con excelentes cualidades, es aquel que permite la identificación de uno o más sabores sin que ninguno interfiera sobre otro. Y esto, para quienes amamos el café, nos permite reconocer con mayor facilidad el lugar de procedencia.

El sabor del café adquiere características, principalmente, dependiendo de la zona de cultivo. Aquellas notas dulces identificadas, se debe a que ese café fue cultivado en zonas tropicales o cerca a otras plantaciones, como al cacao, por ejemplo. Mientras que su intensidad está íntimamente vinculado al tipo de tostado ⸺soft, medium, dark⸺, pues el tiempo expuesto al calor libera aceites esenciales que posee.

Asimismo, el salado es uno de los sabores menos distinguidos en el café, pero está presente en él. De ello dependerá la presencia de algunos minerales como el calcio, hierro, magnesio, entre otros. Por último, pero no menos importante, la acidez. Este sabor, se distingue con más fuerza en zonas de cultivo con mayor altura o de temperaturas más frías.

 

Cada taza, una experiencia

En el contexto peruano, nuestra diversidad de climas permiten que el cafeto ⸺ o planta de café⸺ crezca con diferentes perfiles en el sabor, aroma y, principalmente, acidez.  Todo ello hace que podamos disfrutar de estas majestuosas cualidades que el café nos ofrece. Pero para ello, este producto pasa por un riguroso proceso: desde su cultivo hasta el empaquetado.

Por eso, es importante valorar estos granos tan maravillosos que no solo brindan exquisitas características, sino también un sinfín de beneficios. Cada taza de café nos transporta a diversos momentos de nuestras vidas, nos relaja, nos conecta. ¡Inténtalo!, cierra los ojos y déjate llevar por su mágico aroma: reconéctate con aquellos recuerdos que solo una taza de café es capaz de hacernos rememorar.

Como dice una conocida frase anónima: la vida es como una taza de café. Todo está en cómo la preparas, pero sobre todo en cómo la tomas. ¿Te animas por una taza?